Respondo algunas de las preguntas más comunes respecto a la evaluación neuropsicológica y la estimulación cognitiva: EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA ¿En qué consiste una evaluación neuropsicológica? En la práctica, se utilizan herramientas de evaluación adaptadas y estandarizadas según la edad de los pacientes, con el objetivo de identificar el funcionamiento en áreas cognitivas relevantes, como la atención, la memoria, las funciones ejecutivas y el lenguaje, entre otras. Este proceso consta de diferentes fases tales como: una sesión de entrevista y revisión de antecedentes con los adultos cuidadores del paciente, tres sesiones de evaluación con el niño, niña o adolescente y finalmente, una sesión de devolución de resultados, conclusiones y recomendaciones junto a los adultos cuidadores. En promedio, cada una de las cinco sesiones que componen este proceso duran alrededor de 45 a 60 minutos. ¿Cuándo realizar una evaluación neuropsicológica?​ Por lo general, la evaluación neuropsicológica se realiza cuando se sospecha de dificultades en alguna área de la cognición, ya sea por lesiones cerebrales, alteraciones neurológicas, condiciones del neurodesarrollo u otras. Esta evaluación también se considera una herramienta útil para niños y adolescentes en edad escolar que enfrentan dificultades en procesos como la atención, el aprendizaje, la memoria o el rendimiento académico, entre otras. La información obtenida permite comprender sus perfiles cognitivos y proporcionar apoyos específicos y efectivos tanto en el hogar como en la escuela. Además de ser un apoyo significativo en el proceso diagnóstico para diferentes condiciones. ¿Cuánto dura la evaluación? La duración total del proceso varía dependiendo de la frecuencia con la que se agenden las sesiones. Por lo general, se consideran dos a tres semanas entre la sesión de entrevista y la devolución de resultados. ¿Dónde se realiza la evaluación? ¿Presencial u online? Las sesiones con los adultos cuidadores, es decir, tanto la sesión de entrevista como la sesión de devolución se realizan de forma asincrónica (por zoom) para permitir una mayor variedad y flexibilidad en términos de horarios. Las sesiones con el niño, niña o adolescente se realizan de forma presencial en mi consulta ubicada en la comuna de Las Condes. Mientras el paciente se encuentra en sesión, los padres o adultos cuidadores pueden esperar en la sala de espera. ¿Cuáles son los horarios de evaluación? Las sesiones de evaluación con los niños, niñas y adolescentes se realizan durante la mañana ya que deseamos promover un ambiente en el que puedan demostrar su máximo potencial en este proceso, sin presencia de la fatiga cognitiva provocada posterior a una mañana o día completo de clases. ESTIMULACIÓN COGNITIVA ¿Qué es y para qué sirve? La estimulación cognitiva es un proceso que fortalece habilidades como la atención, memoria, lenguaje y funciones ejecutivas a través de actividades diseñadas para potenciar el desarrollo cerebral. En niños y adolescentes, ayuda a mejorar el aprendizaje, la organización y la regulación emocional, brindando herramientas para afrontar mejor los desafíos diarios. ¿Cómo se trabaja? Trabajo con un enfoque personalizado utilizando la plataforma NeuronUP, que ofrece actividades interactivas adaptadas a las necesidades individuales de cada niño. Estas actividades se realizan en el computador, lo que suele resultar más llamativo y motivante para niños y adolescentes. Esto permite una intervención dinámica y efectiva, promoviendo su autonomía, fortaleciendo sus capacidades y favoreciendo su desarrollo integral. ¿Dónde se realiza y en qué horarios? La estimulación cognitiva puede realizarse en la consulta o a domicilio, dependiendo del área. Cada sesión suele tener una duración de 60 minutos, y los horarios se coordinan de manera flexible, adaptándose a la disponibilidad y necesidades de cada persona. ¿Qué se necesita para iniciar? Para poder iniciar el proceso de estimulación cognitiva, es necesario realizar previamente una evaluación neuropsicológica. Esta nos permite conocer el perfil cognitivo del evaluado, identificando sus fortalezas y áreas que requieren mayor apoyo. Con esta información, podemos diseñar un plan de intervención individualizado, determinando qué funciones cognitivas trabajar y cuál es la mejor estrategia para cada caso. De esta manera, aseguramos que la estimulación sea efectiva y ajustada a las necesidades específicas de cada persona.